viernes, noviembre 18

Entonces, ¿es así es como se siente? Por fin cerrar ese ciclo que empezó como un juego, que por azar cayó en mis manos. Así es como se siente terminar con algo tan bello, tan raro pero tan único. Tantas noches de esfuerzo, tantos días de sacrificios. ¿Que si valieron la pena? ¡Pero claro que sí! Desde el primero hasta el último, todos, todos. Tanta gente a la cual agradecerle, la que estuvo conmigo, acompañandome. Los compañeros que se convirtieron en amigos y más tarde en mi familia del corazón. Qué hermosos recuerdos que guardaré para siempre en mi memoria. Así de bello se siente terminar tu primer carrera. Ser profesional. Qué emoción poder decirlo ¡SOY PROFESIONAL!
 
 {Hoy no habrá poder humano que opaque mi felicidad :D}

sábado, noviembre 12


He cometido muchos errores. 

 He llorado por quién no debía y he reído con falsas amistades. He tropezado dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría más, me empujaron y caí estampada con la tercera.   
 He perdonado mucho, demasiado. He callado 'te quieros' que, por miedo o por inseguridad  se  quedaron por mucho tiempo en el aire. Ha habido veces que me he despertado con  ganas de  comerme el mundo y otras que parece que el mundo me comía a mi.
 He gritado con fuerza,  pero mi voz no siempre salia, y he callado verdades por no hacer daño. 
Hay días que dormía  sola para poder verte en mis sueños y días en los que no podía dormir. 
 He abrazado a la  persona que pensé que nunca me haría daño y me he dado cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce de mi piel.

He tenido la sensación de volar más alto que las nubes, en el lugar más insospechado. He cantado en la ducha  hasta que mi garganta no podia más. Ha habido días que me sentía alegre y otros que no quería ni mirarme al espejo.

He descubierto que el paraíso puede encontrarse en el tacto de una piel suave, que las caricias son más fuertes que los golpes y que los besos pueden hacerte volar.

He disfrutado de pequeños detalles, y he aprendido poco  a poco en qué consiste la vida...


Y por más que lo intento y lo intento, no logra salir de mi pecho la angustia y el dolor. Las palabras no calman esta horrible sensación y a cada paso que doy, siento que voy a enloquecer. Espero que pronto se termine todo esto. Antes de que esto, termine conmigo.

martes, noviembre 8





No soy dueña de lo que me quieras dar.
Ni de lo que me has quitado sin saberlo…




Imposible evitar la sensación 
de vacío que llevo aquí adentro...

domingo, octubre 30

Estoy en esos momentos donde me atacan las ganas de escribir, tipo como un diario. Son casi las cinco de la mañana de un sábado, y no debería estar en la computadora, sino divirtiéndome con mis amigos por ahí. Pero es eso lo que siento. Que sobro, que ya no encajo. Los veo tan bien sin mi, tan solos y tan cómodos que hasta a veces pienso que estorbo. Pensaba cómo sería la vida si no existiera, y me parece que no cambiaría mucho. No es que me sienta el ombligo del mundo ni nada por el estilo, pero simplemente quería creer que podía ser importante para alguien, al menos. Veo que no es tan así. La vida sigue sin importar si estoy o no, y ellos de la mano. Se ríen, salen y se divierten como si no pasara nada, cuando a mi me pasa todo. Sufro como estúpida en silencio de no saber por qué no puedo integrarme, de fingir que está siempre todo bien y nunca reventar más que sola, como ahora. Se me caen las lágrimas de pensar que no le importo a nadie. De pensar que los que creía mis amigos, son solo algunas personas más con las que comparto los días, pero que no tienen significado alguno para ellos. Los momentos para mi, sí valían la pena. Siempre di todo, nunca me guardé ni un abrazo, ni un gesto de cariño. ¿Y qué recibí a cambio? Nada. Una nada enorme, vacía, dolorosa. Tanto que no soporto la opresión en el pecho. Las personas cambian, y de qué manera. Los amigos desaparecen y se vuelven amores, y luego de que se divirtieron un rato, te vuelven a tratar como amigos, como si se pudiera retroceder el tiempo y olvidar lo que pasó. Eso me mortifica un poco. Y me enoja. No soy de plástico como para hacer de cuenta que no pasó nada, cagarme en la amistad que teníamos y hoy fingir que casi ni nos conocemos. Me usó. Y eso es lo que más me molesta. No haber significado nada, ni como amiga, ni como amor, ni como nada. Otra nada enorme. Y se suman, se amontonan. Tantas nadas que ya se vuelven todo. Ocupan todo el espacio en mi mente y en mi alma. Siento el corazón que me palpita hasta la cabeza, sin dejarme oir lo que pienso. Necesito pensar y enfocarme en mi, en mi futuro, en lo que tengo que hacer. Pero no puedo. Se me hace dificilísimo, imposible diría yo, poder concentrar mis pensamientos en otra cosa que no sea esto. Mi soledad, mi abandono, mi nada. Esa falta de una palabra de aliento cuando me siento mal, cuando necesito un hombro en donde acomodar mis penas. No hay nadie. Y cuando sentía que se llenaba ese hueco, cuando aparecía ese alguien que estaba ahí para mi, todo se derrumba de nuevo. Abro los ojos y realmente veo que nunca fue tan así. Nunca estuvo como siempre dijo, como siempre sentí que era. Estaba por diversión, por simple curiosidad, capaz. Quería experimentar, estaba confundido. Confundió amistad y comprensión con amor y pasión. No estaba seguro de si me quería o no, pero ¿qué tenía que perder con solo experimentar? Nada. Nada de nada perdía. Porque si no funcionaba como quería conmigo, estaba ella ahí esperando paciente a ocupar de nuevo su lugar. Y así fue. ¡Cómo no me avivé antes! Si ya lo veía venir. Era demasiado bueno para ser cierto y cuánto que duele la desilusión. Esta decepción enorme. Y se me caen las lágrimas más aún. No puedo contener más todo esto adentro, tengo que soltarlo y dejarlo ir. Pero qué difícil dejar ir a alguien que te hizo tan feliz, pero tan mierda a la vez. Quien marcó algo importante, aunque le haya valido un cuerno el tiempo juntos. Alguien que dejó una huella, como amigo y como amor, y que jamás quiso nada en serio, nunca me valoró. Solamente quiero esperar a que el olvido pueda curar este dolor enorme que siento. Que las heridas mañana sean tan solo cicatrices que me enseñen a no creer tan fácilmente. Y que el tiempo pase rápido, muy rápido. Para poder irme lejos de todo y de todos y empezar de cero en otro lugar, a donde quizás ecuentre mi todo que rellene esta nada que me está asfixiando.

{Tenía que soltarlo, de alguna forma}

viernes, octubre 28

Cuando la vida se nos vuelve tan solo un combinado de obligaciones y deberes, cuando ya no disfrutamos los momentos, ni vemos lo que queremos, cuando la confusión de los sentidos nos nubla la vista y no distinguimos más allá de nuestros pasos, cuando no podemos apreciar los pequeños gestos y los sentimientos van desapareciendo, cuando ya todo nos importa un cuerno y no le hacemos caso a otra cosa que no sea nuestro instinto, cuando las amistades desaparecen y los amores se alejan, cuando nos sentimos tan solo muñecos de acción que nos movemos por inercia y que no sabemos ni a dónde ir, cuando resultamos ser nada más que entes que viven por vivir, que respiran por respirar y que ni siquiera logran sentir, cuando ya nada vale igual que antes, y todo lo conocido parece que se terminó, sacaré mi alma más rebelde, la que me diga que los NO se transforman en SÍ si así lo quiero. Que no hay mal que por bien no venga y que no todo está contra mi, que nunca es tarde para intentarlo aunque me vuelva a caer, que el miedo es una excusa para no animarme a hacer lo que dice el corazón, que un amor no es un solo hombre en el mundo sino muchos en todo el universo, que un amigo no es otra cosa que un hermano y sobre todo que yo puedo ser yo sin temerle a nada, sin pensar que de nuevo fracasaré, sin creer que de nuevo me equivocaré, y si así es, ¡ya no me importa! habrá mil y una chances más que aprovechar. Cometeré un millón de errores, y me tropezaré con la misma piedra, tomaré el camino equivocado y volveré a empezar. Porque desde hoy, la vida no será más que un racimo de buenos momentos, donde sean protagonistas las emociones y los sentimientos y donde lo que ya pasó, quede donde siempre debió, allá atras ~
{Desabandoné el Blog :D}

jueves, septiembre 8

Hace tanto tiempo que no me sentía así. Pensé que nunca volverían los días de incertidumbre. Pero a medida que se acerca el día, es como que siento correr un reloj gigante a cada momento. A veces pienso que así se sentiría el conejo de Alicia en el país de las Maravillas. Corriendo siempre tras de algo que nunca se supo bien qué era. Como yo. El reloj apurando su marcha, dándole menos segundos por cada vez que paraba a decir dos palabras. Presión. Esa es la palabara justa para esta sensación que hoy me invade el pecho y me oprime los deseos. Y no porque alguien me corra o me diga que me debo apurar. Sino por mi misma. Yo sola corro tras de mi. Yo sola me obligo a ir más rápido. Y tan solo porque yo sola sé que queda poco para terminar. Quedan escasos meses que seguro serán los que dejen marcas en mi destino. Y la decisión a tomar, también aprieta. Es tan difícil decidir. Evaluar las opciones, sabiendo que ninguna es del todo satisfactoria. El miedo. La incertidumbre. Todo acecha sobre mi. Y por eso corro. Cada vez más rápido, aunque parezca en cámara lenta. Las horas no pasan, como si predijeran que el final se acerca y trataran de alejarlo de aquí. Sin darme cuenta, solo yo veo ese lento andar. A mi al rededor, todo vuela, todos van veloces a mi lado, pero sin mirarme, sin darme una palabra de aliento. Algo de ayuda que me pueda aliviar. Nadie conoce mi intranquilidad, nadie sabe que no quiero que termine. Nadie, nadie, nadie. A veces pienso que ni siquiera yo sé qué me pasa. Me siento rara. Como hace mucho no sentía. Y la angustia es protagonista, otra vez. Cómo me gustaría cerrar los ojos y no abrirlos jamás. Pero algo me detiene. Algo que siento y que está al otro lado de mis párpados inmóviles. Ese mismo algo que me corre. Rápido, rápido. Como al conejo de Alicia. Aunque quiero pensar que por lo menos yo, sí persigo algo y no es algo lo que me persigue a mi. Y claro, quiero alcanzarlo antes de que se me acabe el tiempo en este intranquilo y traicionero reloj.

domingo, agosto 14

Cuando algunas veces me decían que todo en la vida se repite, que la historia vuelve a contarse una y otra vez, nunca logré creerlo. No por lo menos hasta el día de hoy. Cuando el pasado vuelve a hacerse presente y a golpear la puerta del futuro. ¡Qué sensación de Deja Vù cuando lo vi! Sentía que todo se repetía una vez más. Y quizás la vida no me de el tiempo suficiente como para entender el por qué, pero sí espero que me de la oportunidad de comprender que esto ha sido por algún motivo. Algo tal vez, más allá de la imaginación, de todo aquello que esté tan planificado, tan estructurado. Fue tan loco cuando pasó. Y vaya si es loco ahora que vuelve a suceder. Nunca creí en las sorpresas. Tampoco me dieron tantas como para obligarme a hacerlo. Definitivamente, todos los días cuando nos levantamos, el destino tiene preparado algo especial que logrará sorprendernos. Quizás para bien, otras tantas para mal. Pero siempre, siempre será para aprender. Dicen que de los errores se aprende, y puede ser que esta sea una forma de rehacer lo que debía, o definitivamente reescribir eso que pasó. Maravilloso es la palabra que usaría para una cosa así. Inexplicable, también. Jamás se me cruzó por la mente el encontrarme en un día a donde me plante y diga 'Guau, esto sí que es de otro mundo'. Qué fascinante puede ser el destino. Nos da oportunidades a cada momento. Nos deja evaluar y elegir, y hasta inclusive, nos deja volver a ver lo que pasó para saber si estuvo bien o mal, si merecimos o no y también sobre todas las cosas, para poder aprovechar esos momentos que se quedaron atras. Una vez más. Solo diré al respecto y dirigiéndome a todos aquellos que sean totalmente excepticos, que lo que pasó puede volver, el tren que se fue, alguna vez recorrerá de nuevo este mismo andén. Un Deja Vù no es una ilusión de nuestro cerebro. Existe. Y ¡qué bien se siente!




{Hoy no adjunto imagen ni nada más porque cualquier cosa arruinaría esto con facilidad...}

lunes, agosto 8


¡Haz que se pregunten por qué sigues sonriendo!
#Elizabethtown