miércoles, octubre 16


Varias primaveras atrás, el viento cambió, y una canción me trajo hasta aquí. No fue más que un signo sutil que luego creció, y una canción me trajo hasta aquí. Antes, antes en aquel otro mundo distante,  tiempos de otro cantar. Lejos, lejos con la mirada en otros espejos, sin darme cuenta un día eché a andar. Con un entusiasmo infantil, que dura hasta hoy, una canción me trajo hasta aquí. Fui dejando versos detrás, renglón a renglón, una canción me trajo hasta aquí. 

miércoles, septiembre 18

La vida te sorprende, siempre te sorprende.
Hoy, después de muchas ausencias no deseadas, o quizás posibles de evitar, vuelvo a escribir por deseo, por gusto, por motivación y por inspiración. Escribo desde la felicidad, desde los momentos bellos que te regala la vida. Desde las sorpresas que aparecen cuando una no se las esperaba.
Hacía mucho que no sentía esa cosquilla en el estomago, esa sensación de emoción, ansiedad. El revoloteo de mariposas diminutas que quieren quedarse a vivir ahí. Es como cuando terminas de comer tu plato favorito y la saciedad que te queda al finalizar el último bocado, rellena de alegría todo tu abdomen. Así es como me siento hoy.
Esta mañana comenzó como todas, o como ninguna. Nada me despertó fuera de mi cama, ni nadie estaba a los pies esperando por mi. Solo él, ahí adentro, en mi mente. 
Desapareció en el momento justo que sonó el despertador, pero aunque no estaba en realidad y tangiblemente, sé que puedo traerlo y evocarlo cuando quiera.
Cierro los ojos y lo veo. Veo esos ojos profundos, verdes como esmeraldas, hermosos y penetrantes, resaltando entre su piel morena, tostada por naturaleza, de un trigueño color caramelo, que ni el sol del caribe sería capaz de lograr. Y esa sonrisa, la difícil de conseguir, la que se asoma de los labios con timidez cuando algo te recuerda a alguien del afuera. 
No es amor, pero tampoco es obsesión. No es más que esa "cosa" que te hace sentir feliz.
Él no lo sabe, y quizás nunca lo sabrá. Simplemente me conforma el estar segura de que cada vez que lo quiera, lo tendré con solo parpadear, con solo desear que aparezca en mis sueños, y en mis más profundos anhelos.
La felicidad no es un estado, es una construcción, un hecho y una acción interminable e ininterrumpida. Yo soy feliz, y me siento feliz. Sin necesidad de nadie o de nada, y muy a pesar de que él no conozca mi existir ni mi sentir, me deja tranquila la sensación de saciedad, de estar tan llena y tan plena, que si nunca se enterara, sería igual, porque para mi, está conmigo, despertándome al pie de la cama con esos ojos verdes que me pueden cada día más.




jueves, marzo 14

Sé que no piensas en mí, pero déjame soñar que alguna vez se te desliza mi nombre por las manos. Que escondes algo de mí en tu silencio. Déjame creer, que de vez en cuando callas porque quieres escuchar mi voz, mis canciones. Déjame pensar que si sonríes, es porque me recuerdas y si te pones triste, es porque me extrañas. Déjame soñar que algún día volverás, o mejor aún, que nunca te fuiste. Déjame creer que a veces no te encuentras porque sabes que sigues aquí, conmigo...



{Decepción, dolor, indignación, tristeza,  soledad...}




domingo, febrero 24

Cambios. Cambio de casa, de ciudad, de amigos, de conocidos, de desconocidos.. Cambio de vida. Eso es lo que pasa cuando uno decide crecer, avanzar, progresar, mejorar. Y es difícil, muy. Sé que es necesario para lograr ser alguien el día de mañana, pero ¡cómo duele!. Duele despegarse de lo suyo, de lo que siempre fue así y que no tendría por qué ser de otra forma. Esas cosquillas en el estómago al despertarse en una cama que no es tuya, rodeada de paredes que no se parecen nada a las que dejaste atrás, escuchar el silencio de las voces que no te dicen un cálido "buen día", o los sonidos extraños que produce la lejanía del hogar. Ese nudito en la garganta cuando te das cuenta de que no es un sueño, ni que te vas a despertar. Sino que es la realidad. Cruda y cruel realidad que te muestra a dónde te toca estar parada hoy. Y con esto, vienen momentos felices, que apagarán las cosas malas y tristes. Que enterrarán ese pasado feo que una busca dejar atrás, pero que insiste a cada instante en regresar, en hacerse presente con su tortuosa forma de recordarte todo lo que sucedió a menos de un año atrás. Sacar lo tóxico es lo que nuevamente debo hacer. Borrar de la memoria los recuerdos y hacer a un lado lo que me hace mal. 
Suficiente es con tener que empezar una vida nueva, como para tener, encima, que lidiar con la vieja.  



{Volveré a la vida de Blogger, aunque sea para escapar}