domingo, mayo 27

Un año. Solo 365 días me separan de aquella tarde, donde sin quererlo te metiste en mis días y en mis noches, en mis sueños y en mi despertar. Simplemente, te metiste en mi vida entera. ¿Quién me diría que en tan poco te convertirías en tanto? Todas las noches que pasamos juntos, riendo y soñando. Fuimos tan amigos, tan unidos, tan compañeros, tan únicos. Fuimos tantas cosas. Y tantas más que nos faltaron ser. Fuimos, en pasado. Aquel que pareciera ayer, donde sin quererlo, me miraste y te miré, sonreímos al mismo tiempo y nos juramos ser amigos no de siempre pero sí para siempre. Lástima que nunca cumpliste con tu parte del trato. Te regalé mis mejores momentos, mis mejores sonrisas, mis mejores épocas, y algunas confidencias también. Con vos, nacieron tantas cosas también. Creí en la amistad entre el hombre y la mujer, de verdad y por primera vez. No dudé que teníamos tantísimo en común, y que podíamos disfrutarlo al máximo. Esa tarde, hace solo un año. Un corto año atras, donde empezó mi ilusión. Y sin quererlo, sin predecirlo, pasó. Te confundiste. Y me culpaste de esa confusión. Me prometiste amor, me juraste que era diferente y única. Y sobre todo, conquistaste mi corazón. ¡Qué inocente fui! Nunca vi que todo eso eran solo mentiras, un cruel engaño. Y pasó. Me dolió, sí. Y lo superé. Pero de nuevo apareciste, sabiendo cuál era mi punto débil: Vos. Y caí de nuevo en tu juego. Te creí. Vi tus lágrimas y me convencí de que estabas arrepentido. Tus ojos me decían que no querías volver a pelear así, que me extrañaste, que me necesitabas. Los mejores cuatro meses de mi vida los pasé a tu lado. Nunca hubo compromisos, nunca hubo seriedad, solo era divertirnos y pasarla bien juntos. Y sí que lo disfruté. Yo sí. Pareciera que se te borró de la memoria todo lo que me dijiste, todo lo que hicimos, todo lo que soñamos. Todos esos momentos que sin dudas, no te importaron, no te valieron NADA. Una enorme nada. ¿Puede ser que de verdad no sintieras nada? Yo sé que me queres, en el fondo, en algún rincón de tu alma, lo sé. Pero ella puede más que yo, más que el amor. La amas más a ella, no hay vuelta. Qué duro es ver la realidad así de cruda frente a mis ojos. Se me caen las lágrimas, ya agotadas de tanto dar vueltas por mi corazón. Siento que es la única válvula de escape que hay antes de que explote. No debo estar así, ni encerrarme en esto, ni hundirme más. Pero ¿cómo explicarle al corazón cosas que solo la razón entiende? Mi cerebro me dice a gritos que debo parar, pero no puedo. Y creo que es porque en el fondo no lo entiendo. Solo un año atras era tan feliz. Estaba tan completa, tan llena. Y hoy, me falta el aire y me palpita rápido el corazón. Todos mis días son grises y ya nada me hace sonreir. Espero que pase el tiempo más rápido que hasta ahora, no sé si se pueda soportar un día más. Y mucho menos, un año más.


Image and video hosting by TinyPic

No hay comentarios:

Publicar un comentario