martes, julio 26

Después de tantos días, rodeada de gente que te hace bien, se aproxima de a poco el final. He pasado tantos momentos lindos que no me alcanzaría un libro para escribirlos. Y aquellos que fueron amargos, quedaron atras. Son los que me hicieron aprender a caer y a que después debía levantarme. No sé muy bien a quién quiero referirme. Ni sí en verdad estoy escribiendo con motivos. Solamente me brotó de adentro esa cosquillita de volver a redactar. Me salen esas cosas desde el pecho que no se pueden contener. Es necesario dejarlas salir. Por mi bien, por el de mi alma. De pensar en todo lo rápido que pasa el tiempo y en lo breve que se me hizo este lapso, me dan escalofríos. ¿Por qué los buenos momentos no duran lo que tendrían que durar? Siempre que hay un momento de tristeza, se me hace eterno, insuperable. Y cuando por fin llega la luz, se pasa en un abrir y cerrar de ojos. Las cosas se acomodan de a ratos. Y cuando pienso que todo va en subida, se viene a pique de nuevo. Y las ganas inmensas de desaparecer me invaden. Pero es ahí a donde nuevamente brota el sentimiento de fortaleza, de libertad, que me lleva a sonreir y pensar que lo que pase alrededor no es más importante que yo. ¡Qué importa si no me da bola! Él se lo pierde, al fin y al cabo. Yo sé muy bien lo que valgo. Y no por esto diga que no duele, porque sí es como un puñal. Pero ya a esta altura de la vida, debería entender que un hombre no es el mundo. Y ahí salen a flote de nuevo los amigos. Aquellos de toda la vida. Y los más nuevos también. Los que iluminan mis días sin pretender nada a cambio y los que me hacen ver que el mundo es mágico y maravilloso. Todo lo que pueda esperar, ya lo tengo junto a mi. Y lo que me falta sé que llegará en algún momento. No hay que desesperar. Habrá que disfrutar el tiempo que quede. Mucho o poco quizás. Pero tiempo valioso al fin. Y brindar. Juntos, por todos los buenos y grandes momentos. Porque historias así, no se repetirán jamás...

1 comentario:

  1. Siempre pasa los momentos buenos duran poco y cuando estamos mal los minutos no pasan y es todo tan lento. Te admiro, porque por más que los momentos buenos sean capaz de derrumbarte vos los tomás como un motivo para seguir adelante.

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