Esta semana fue bastante particular para mi. Sobra decir que esto no es un diario íntimo ni un periódico privado para publicar lo que hago todos los días. Pero sí suelo hablar de lo que me pasa, de lo que siento, aunque muchas veces no sea con nombre propio. Justamente he de hablar de mi porque precisamente el miércoles fue mi cumpleaños. ¡Cuánto que me gusta cumplir los años! Toda la vida dsfruté tanto de mi día que mientras más grande me pongo, más deseo que llegue mi fecha especial. Y ya va más allá de los regalos que antes eran siempre lo más importante. Ahora solo me vale disfrutar con los que más quiero y por supuesto reirme mucho mucho. Una compañera al saludarme precisamente me dijo algo que me llegó profundo: "Que los cumplas muy pero muy feliz. Sabes que te quiero con el alma. Sos un reflejo del amor que Dios tiene por nosotros. Miles de besos y que siempre seas y te veas tan feliz como hoy". Lloré tanto y con tantas ganas que creo no recordar otro llanto así. Pero eran lágrimas con un dulce sabor. Lágrimas que salían desde la emoción, desde el amor. De alegría, quizás, por saber que soy la luz para alguien. Y desde eso comprendí porque siempre me ha gustado tantísimo cumplir años. Sé que en ese día me veo feliz, porque estoy feliz. Realmente creo que soy feliz. Quiero todo lo que tengo y no prentendo ser nada más de lo que no pueda. Pero si aspiro a crecer y ser alguien el día de mañana. Amo lo que hago con inmensa pasión y le pongo toda el alma y el corazón a lo que me gusta y a las personas que más significan en mi vida. Y agradezco a cada mañana poder estar con ellos. Un día más de esta larga vida. Que disfrutamos al máximo aunque no sé dónde estaremos mañana...
Será por eso que adoro mi cumpleaños. Porque siento que crezco y maduro un poco. Y cada año que pasa, aprendo algo que me enseña a ser mejor. ¿Creo que ese es el objetivo o no? Que cuando sople las velitas pueda pedir un deseo que sí se haga realidad.
Salud por un año más, y que los cumpla feliz.
¡20 Años no son nada!
Yo, la verdad, que odio mi cumpleaños. Siempre la paso mal, salvo mi cumple de 15 que no tube fiesta peor tube el mejor regalo que podía tener y hasta mejor que una fiesta de 15, lo conocí a Palacio ♥. Bueno, salgo ESE que no fué exactamente el 8 de febrero que lo conocí, fué un lindo cumpleaños, los demás para el olvido y más este último que fué donde asumí que mi cumpleaños era una mierda y donde lo odié a más no poder.
ResponderEliminarEs hermoso lo que escribiste, qué lindo que te pase todo eso!& tu amiga tiene razón en lo que te dijo ♥