Será que ya te estaba necesitando, que muchas cosas negras pasaron para que me terminara de decidir. Malas ondas, que van y vienen. Pero ya no más de eso, ahora estas conmigo...
De enero a marzo hay como 2 meses, de ausencia, por trabajo, por falta de tiempo. Pero jamás por no necesitar el desahogo.
Sigue todo tan parecido, pero tan diferente a la vez, tan raro. Yo sabía que el 2012 traía cosas nuevas, pero nunca imaginé que fueran así. Igual, por suerte, te tengo acá para que me cuides, para que ya nada malo pueda tocarme. Y si me toca, que me hagas inmune. Inmune al sentir, al oir, al ver, al oler. Inmune a todo lo malo que quiera atacar. Aprender a disfrutar cerrando los ojos. Y olvidarse del mundo, de todo el resto al rededor. De aquellos que no hacen bien al alma y al corazón.
Espero no desaparecer de nuevo, por lo menos no a propósito.
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